El cedro es una opción para productores en la península yucateca

Según un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), los principales estados productores de maderas tropicales y potencialmente productores de maderas preciosas como el cedro son: Quintana Roo, Campeche y Yucatán.

Sáb, 03/10/2009 - 11:23

Mérida.- La península de Yucatán tiene un importante potencial para producción de cedro, pues cuenta con precipitación pluvial suficiente y suelos adecuados, lo que genera una de las maderas consideradas como preciosas y de mayor demanda nacional e internacional.
Según un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), los principales estados productores de maderas tropicales y potencialmente productores de maderas preciosas como el cedro son: Quintana Roo, Campeche y Yucatán.
Adicionalmente, agrega que otros estados del sur y del sureste, como Chiapas, Puebla, Tabasco y Veracruz tienen producción de esas maderas.
El estudio difundido por la Secretaría de Fomento Agropecuario de Yucatán señala que el INIFAP cuenta desde hace varios años con árboles productores de semilla de buena calidad en sus áreas naturales y plantaciones forestales, así como con la tecnología para la producción de plantas de óptima calidad.
De igual forma, cuenta con publicaciones, recorridos técnicos, pláticas, cursos especializados y asesorías disponibles para los productores que pudieran estar interesados en incursionar en ese cultivo dentro de la península de Yucatán.
La semilla se puede recolectar de árboles seleccionados y producir plantas de calidad con un costo directo estimado de dos pesos por planta, sin incluir mano de obra, ni otros costos indirectos.
Los especialistas del INIFAP estiman que con el uso de semillas de buena calidad y los sistemas de producción que han consolidado, se obtienen porcentajes de germinación en vivero arriba del 95 por ciento, 30 por ciento más que en los viveros tradicionales.
A los tres meses, las plantas pueden llegar a medir más de 40 centímetros de altura y un centímetro de diámetro en la base, vigorosas, libres de plagas y enfermedades, propósito que requiere seis meses en los viveros tradicionales.
En el campo, se obtiene una supervivencia superior al 95 por ciento, o sea un 30 por ciento más que en las plantaciones que utilizan plantas de viveros tradicionales. Las plantas pueden ser utilizadas en los programas de plantaciones forestales comerciales.
Aunque el cedro tiene su potencial usualmente en áreas con precipitaciones mayores a los dos mil 500 milímetros anuales, tiene buenos crecimientos a partir de los 800 milímetros.
Por ello, es posible establecer plantaciones desde el sur de Tamaulipas y el sureste de San Luis Potosí hasta la península de Yucatán y por el Pacífico, desde Sinaloa hasta Guerrero, precisa el documento.
El trabajo realizado por los especialistas del INIFAP, encabezados por Bartolo Rodríguez Santiago y Xavier García Cuevas, del Campo Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo, busca también resolver la mala calidad de las plantas provenientes de viveros.
Esa mala calidad es la causante de una baja sobrevivencia en campo, reducida tasa de crecimiento y rendimiento no atractivo para los productores, que de alguna manera ha impedido el desarrollo exponencial del cultivo de cedro en esta zona del país.
Esta tecnología, agrega el estudio, puede beneficiar a productores de escasos recursos, así como a grandes empresas forestales que tengan superficie en el área de distribución natural del cedro, desde el nivel del mar hasta los mil 500 metros de altura.
Actualmente en Quintana Roo, esta tecnología es utilizada por productores líderes para producir un millón de plantas, 20 por ciento del total de plantas de cedro generadas en el estado.

Notimex

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