Ven complicidad oficial en el tráfico de especies

Ambientalistas acusan a la dependencia de simular protección y utilizar a la fauna como botín políticoAmbientalistas denunciaron corrupción, negligencia y compadrazgo en el manejo de los animales exóticos, protegidos o en peligro de extinción decomisados en operativos contra el tráfico ilegal.

Ambientalistas denunciaron corrupción, negligencia y compadrazgo en el manejo de los animales exóticos, protegidos o en peligro de extinción decomisados en operativos contra el tráfico ilegal.
La Asociación Civil Teyeliz y el Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW por sus siglas en inglés) responsabilizaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de no rendir cuentas sobre el destino final de los 246 mil 300 ejemplares incautados en los últimos cinco años.
Explicaron que por ley, la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat es la encargada de decidir el futuro de la fauna confiscada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“Las decisiones que toma la Dirección General de Vida Silvestre no tienen ningún criterio escrito, son completamente discrecionales; en la administración anterior los animales eran entregados a los amigos”, reveló Marielena Sánchez, directora de Teyeliz.
La bióloga afirmó que “muchas veces las especies, sobre todo las especies exóticas, eran moneda de cambio para el pago de favores”.
Sánchez Saldaña relató que un ejemplo claro de lo que sucede con los animales que son decomisados ocurrió con los leones, jaguares, tigres y macacos hallados en una narcomansión del Desierto de los Leones, el pasado 17 de octubre.
“El secretario de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, rápidamente dijo pues vamos a mandárselos al zoológico de Guadalajara, allá les faltan unos animalitos”, manifestó.
El hecho es que la única solicitud formal que recibieron las autoridades ambientales para la adopción de estos especímenes provino del zoológico de Zacango, por conducto del gobierno del Estado de México.
Y aunque parecía que la petición tendría una respuesta favorable, una instrucción de Elvira Quesada cambió todo. “Quiero que esos animales vayan a Jalisco y si no, a otro lugarcito azul”.
La directora para América Latina y el Caribe del IFAW, Beatriz Bugeda, señaló que la mayoría de los ejemplares decomisados por la Profepa de 2003 a la fecha, murieron o regresaron al mercado negro.
“Los animales no se están perdiendo, una cantidad importante está muriendo porque no hay condiciones para tenerlos en cautiverio, otra cantidad se está tratando de colocar en zoológicos que ya se encuentran totalmente saturados y, sin lugar a dudas, una buena parte de estos animales será otra vez metido en el comercio ilegal”, indicó.
Bugeda insistió que en el país no hay instalaciones suficientes para dar cabida a la enorme cantidad de especímenes incautados en tianguis, carreteras, fincas o residencias.
Por lo pronto, y aunque no le toque, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente sigue investigando el paradero de elefantes, jirafas, leones, tigres, jaguares, canguros, cocodrilos, lobos marinos y pulpos decomisados en los últimos cinco años.
La Dirección General de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la Profepa no sabe dónde fueron a parar especies que en el mercado negro se venden en grandes sumas de dinero.
En la red un tigre siberiano puede alcanzar un precio de hasta 70 mil dólares, 970 mil pesos mexicanos, según una investigación del IFAW.
La falta de control en nuestro país es evidente, ya que las autoridades también desconocen si los ejemplares asegurados de 2003 a la fecha eran machos o hembras.
“Los sistemas de información de esta Representación Ambiental no registran el sexo de los animales asegurados, ni el lugar de procedencia de los mismos, ni el destino final”, respondió la Profepa a un ciudadano que solicitó información a través del IFAI.
En la relación de ejemplares asegurados podemos encontrar que el 21 de julio de 2003, fueron decomisadas en Jalisco cinco mil 500 tortugas orejas rojas, sin que hasta el momento se conozca su paradero.
El 10 de agosto de 2006 fue incautado un oso perezoso en el municipio de Huixquilucan, Estado de México; el 31 de julio de 2006 inspectores de Profepa aseguraron dos llamas en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal; el 25 de mayo de 2006 lo mismo ocurrió con un dragón collar negro en la delegación Xochimilco del Distrito Federal.
El 20 de septiembre de 2005 fue decomisado un cocodrilo de pantano en la delegación Coyoacán del Distrito Federal; el 4 de septiembre de 2003, fue asegurado un dromedario en Reynosa, Tamaulipas; el 16 de mayo de 2003, una boa constrictor incautada en Nacajuca, Tabasco, corrió la misma suerte. Nadie sabe qué ocurrió con estos especimenes.
En este listado que parece interminable se encuentran también cuatro cabras enanas de la india, una cebra, cuatro antílopes, un bisonte americano, un jabalí de labios blancos, un leopardo, un oso hormiguero y un puma.

CUADRITO...

Fuente IFAW

El comercio ilegal de vida silvestre se ha convertido en una industria masiva a nivel global, comparable únicamente con el tráfico de drogas y armas.
Se estima que el valor de esta industria está por encima de los US$20 mil millones. De este monto, aproximadamente un tercio proviene del comercio ilegal.
Los investigadores dicen que el tráfico de vida silvestre representa la segunda causa de extinción de especies a nivel mundial, después de la pérdida de hábitat. 90% de los animales mueren durante la captura o transporte. De los sobrevivientes, 40% (1,5 millones de animales) son exportados.
América Latina es considerada la zona geográfica con mayor diversidad biológica en el mundo, con 98 eco-regiones terrestres identificadas y un total de 10.000 especies vertebradas. México, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela son algunos de los países considerados como mega diversos. Centroamérica por su parte es hogar para 7% de las especies existentes en el mundo.